CAMILO HACIA EL GRANMA
Me tomo
la licencia de publicar este
articulo que le seguirán otros más…bajo
el principio de que Honrar , honra y hay
deudas que nunca se
podrán pagar…me tome la licencia de
introducir algunos paréntesis implicatorios adicionales…
La Acción anónima de una
revolucionaria infiltrada en el Gabinete Nacional de Identificación, permitió
que en 1956 Camilo Cienfuegos viajara a Estados Unidos, desde donde se traslado
a México para integrarse a la expedición del Ganma.
Artículo publicado en la
Revista Moncada del día 6 de octubre del
año 1981
Por: Jorge Petinaud,
Fotos de José G. Iglesias
El Nombre de Cela Rodríguez
Gutiérrez ya me resultaba familiar cuando llegue a su casa para entrevistarla
por haber sido una de las fundadoras del
Ministerio del Interior. Allí la encontré junto a su hermano Octavio, otro
combatiente de muy extensa ejecutoria.
Le pregunte si recordaba
la fecha exacta de su ingreso a un cuerpo policial y me sorprendió su
respuesta: estuvo infiltrada en el Gabinete
Nacional de Identificación desde 1946 hasta el primero de enero de 1959
cumpliendo orientaciones de su organización política, El Partido Socialista
Popular. Después permaneció en el MININT hasta que la jubilaron en 1967 por
prescripción médica.
“Algo impresionante,
pensé y anote nuevas preguntas. Luego ella, con su voz dulce de abuela cariñosa, explico la ayuda
que presto en esos trece años a muchos
revolucionarios, y en especial al Joven Camilo Cienfuegos Gorriaran en 1956, cuando este necesitaba burlar la
estricta vigilancia de la CIA, el FBI y sus agentes él La Habana para viajar a Estados Unidos, desde
donde se traslado mas tarde a México y se enrolo en la tripulación del Yate Granma.
Entonces renuncie a todas mis interrogantes para no interrumpirla en su relato:
“Yo nací el 6 de
diciembre de 1912, en una finca situada entre los pueblos de Gabriel y Güira de
Melena, provincia de La Habana. Mis padres laboraban como partidarios, es decir
en condiciones semi feudales: entregaban la mitad de la cosecha al dueño de la tierra, en pago por el
permiso de sembrar.
“Nos desalojaron en 1919,
y tuvimos que trasladarnos a Gabriel,
sin recurso alguno, por lo que mi padre comenzó a trabajar como jornalero por
centavos en las fincas aledañas.
“Las dificultades económicas
aumentaban, y solo hallamos un alivio en
1933, cuando después de la caída de Machado nos trasladamos hacia La Habana y
mi hermano Octavio entro en la Policía Nacional. Mi padre ya había muerto.
“Estudie mecanografía en
una academia privada y más tarde ingrese en el
Instituto de segunda Enseñanza de la Víbora. Ya Octavio mantenía
contactos con el Partido Comunista de Cuba, era atendido de manera directa por
Marcelino Menéndez, Mario, y
en casos especiales por Ramón Nicolau, Luis.
“Nuestro vecino Enrique Ruiz,
militante, me explicaba día a día economía política marxista; también recibí
orientación ideológica de Vicente Martínez, quien años más tarde seria
periodista del diario Noticias de Hoy.
“decidida ya a entregar
mi vida a la causa del proletariado, comencé a brindar mi ayuda en el comité
del Partido sito en Princesa número nueve, Jesús del Monte, donde estreche
relaciones con Esther Barreiro, Antonio Pérez
Mojica, el doctor Reyes Costa y otros compañeros. Asiduo visitante y muy
capaz consejero nuestro era Osvaldo Sánchez.
“En Luyano desarrolle
numerosas actividades, sobre todo durante las campañas para lograr fondos
destinados a la adquisición de la Radio
emisora 1010, los talleres propios de (El periódico) Hoy, y en particular, en
apoyo a la República española, durante
la guerra contra los falangistas, entre
otras.
“A pesar de la
dificultades, desarrollábamos emulaciones fraternales, En una tuve la
satisfacción y me obsequiaron un
ejemplar de la Historia del partido
Bolchevique de la URSS, que me resulto muy útil.
“ En Junio de 1946 se
me presento la oportunidad de Ingresar
al gabinete Nacional de Identificación a
través de mi hermano Octavio,
militante clandestino desde 1933 , quien fungía como secretario del comandante
Francisco Morales , Jefe de Actividades
Enemigas.
“El Doctor Israel
Castellanos González era el jefe de
allí, y se me oriento cuidarme mucho de él. Era un sagaz y experto
perito identificador, sometido totalmente al imperialismo, que odiaba todo
cuanto oliera a marxismo.
Paso a la más absoluta
clandestinidad mi vida revolucionaria.
“Desde el GNI( Gabinete Nacional de Investigación) y
a través de mi hermano comencé a brindar informaciones al Partido , que unas
veces recibía de Marcelino( Mi Padre) y
otras de Miguel de la Torre, Carlos ( Mi Tío), quien durante
algún tiempo nos asesoro en forma eficaz
y valiosa y nos explico cómo interpretar algunas medidas, ordenes, circulares,
disposiciones y proyectos en general de
la jefatura de la Policía , del Buro de investigaciones , de la Embajada norteamericana y del propio Israel
Castellanos , cuyas opiniones resultaros siempre importantes, tanto para el
Gobierno como para la misión yanqui en
Cuba.
“Mis antiguos compañeros ignoraban la causa de mi cambio de
actitud, comenzaron a mirarme como una traidora y dejaron de tratarme. En
ocasiones llore de angustias.
“Uno de esos momentos
amargos lo viví cuando me encontré con la cuñada del camarada Miguel Pascual,
director del Centro Benéfico. Trate de saludarla y me respondió con rudeza:”-
Usted saluda a una comunista…? ¡Después que nos
traiciono y acepto un puesto en las filas de la burguesía!
“Aquella justa reprimenda
me estremeció, pero recordé lo que
Osvaldo Sánchez me había advertido:-¡Tienes que desligarte de tus
compañeros y afrontar lo que sea sin explicaciones!
Por eso respondí:
-Imagínate, mi hermano es
policía, y yo tengo que trabajar junto a
él.
“Esta actitud en todas
partes me granjeo confianza de Israel y de Luis castellanos y la de los norteamericanos que le dirigían, igual que en
el caso de mi hermano con sus jefes.
Por eso pienso que quien actúa
de acuerdo con las orientaciones del Partido en cada momento puede encarar con
éxito las mas difícil tarea”
EL CASO DE CAMILO
“Cuando conocí a Camilo
Cienfuegos Gorriaran a principios de 1956, ya el tenia escrito el prologo de su
historia.
Había viajado a Estados
Unidos en busca de trabajo con un permiso de veintinueve días permaneció allá
por más tiempo y fue detenido y fichado
por las autoridades de ese país.
Al regresar a Cuba
encontró una oposición intransigente del pueblo frente al régimen
anticonstitucional de Fulgencio Batista y se incorporo a la oleada de seguidores de quienes en 1953 habían
atacado el cuartel Moncada.
Pronto comenzó a vérsele
junto a su hermano Osmani en los mítines y actos estudiantiles en repudio a la tiranía,y
el 7 de diciembre de 1955,en una manifestación organizada por la FEU resulto
herido en la pierna izquierda por un disparo de un M-1
“No obstante continuo
destacándose en actividades revolucionarias y fue detenido y conducido al Buro
Represivo de Actividades Comunistas-BRAC- , y fichado. Desde entonces fue perseguido,
y además, no hallaba empleo en lugar alguno. Decidio entonces emigrar
nuevamente a Estados Unidos.
Aunque no me lo dijo
cuando hablamos por razones obvias, en
este segundo viaje iba decidido a trasladarse hacia México para unirse a los
miembros del Movimiento 26 de Julio que
se entrenaban con la idea de navegar hacia la patria y reiniciar la lucha de
liberación nacional.
Debo aclarar que esta
información la poseo ahora, después de haber leído mucho sobre su vida
legendaria.
Pero hace veinte y cinco años,
un día de marzo de 1956, solo me
informaron que se trataba de un joven
revolucionario, cuya vida peligraba.
“María Teresa López, una
amiga y vecina nuestra, fue a mi casa y me pidió que interviniera a favor de su
hijo Rafael Sierra López y de su amigo Camilo Cienfuegos Gorriaran.
Ambos querían marchar
a Estados Unidos, pero este último no le
entregaban el permiso pues estaba fichado por
comunista. Temía por la vida de este amigo entrañable de su hijo: la
policía lo buscaba.
“María Teresa gozaba de
mi entera confianza, era una excelente compañera, por eso sin asegurarle la solucion
del problema le prometí ayudar a los dos
muchachos en todo cuanto pudiera.
“De inmediato contacte
con el Partido a través de Marcelino (Mario según pseudónimo de mi padre), y me oriento viabilizare la salida a
los dos.
“Yo tenía acceso al
tarjetero y al fichero, pues en el Gabinete solo laborábamos en esa fecha
treinta y siete personas; además, no existían trabas para algunos- entre los
que yo figuraba-, sobre quienes los no albergaban dudas.
“Allí encontré la ficha
de Camilo Cienfuegos Gorriaran con su foto, las tome y como si fuera
a elaborar un informe, y las deje ocultas en una gaveta de mi buro.
Esa tarde conocí a Camilo
Cienfuegos personalmente, fue a mi casa junto con Sierra para averiguar el
resultado de mi gestión. Era un muchacho delgado, de mediana estatura, trigueño,
tenía un pelado bajito y se peinaba hacia atrás.
Los cite para la mañana
siguiente y cuando llegue al trabajo a las
ocho ante meridiano me estaban esperando.
De inmediato hable con la compañera que elaboraba las
autorizaciones de entrada a Estados Unidos.
“Me pregunto si tenían
antecedentes delictivos o problemas políticos y le respondí que no, que se trataba de dos muchachos amigos de la familia…Sin demoras me los preparo.
“Mas tarde cuando llego Míster
Anderson, Jefe de Agentes del FBI en Cuba con fachada de funcionario de la embajada, le
hable sobre el asunto: me
contesto que si no eran comunistas les extendiera las visas.
Redacte el informe
de rigor, lo presente a Castellanos, que
lo firmo, y a los dos o tres días Camilo Cienfuegos y Rafael Sierra tomaron el
avión rumbo a Estados Unidos.
“Cumplí entonces las
orientaciones que me dio Mario: devolví el expediente y
la tarjeta a sus lugares de origen, pues
en el Ministerio de Justicia existían copias, destruí la orden de visado
expedida por Anderson y elabore una
argumentación de emergencia por si eren arrestados a su llegada a Estados
Unidos.
“ En aquellos mismos
días , la casualidad quiso que
dos hermanos de apellidos Martínez , conocidos nuestros
del pueblo de Gabriel , emigraran hacia Estados Unidos. Si me preguntan algo, diría que
mis gestiones habían sido a
favor de ellos y negaría conocer a
Camilo y a Sierra. Pero no fue necesario, todo salió como
deseábamos.
“Estuve preocupada durante
algunos días aunque no lo exteriorice Castellanos no se
percato de ello. O sea asesorada por mi partido, logre romper el mito
del ojo clínico de Israel Castellanos.
Este personaje permaneció
en Cuba hasta después del 1959 cuando la revolución lo destituyo. La CIA le
oriento que al menos como asesor voluntario permaneciera en el Gabinete y él se
ofreció, pero fue rechazado.
“Desde el exterior habían
venido a atenderlo varios oficiales mas
entre ellos un vicesecretario de
Estado para Asuntos Latinoamericanos, al que se expulso de Cuba a los
quince días de su llegada.
“Junto a él tuvieron que
abandonar el País otros diplomáticos de la Agencia, entre ellos un tal Caldwell, y otro que operaba con
fachada de representante de la empresa comercializadora de tractores e
implementos agrícolas J.Z.Horter.
“Todo este grupo trato de actuar
apoyándose de Castellanos en su hermano Luis, a quien en
1953 nombraron Jefe del Censo Nacional, y en Mario Arcaño jefe de personal del
GNI, que cobraban por la nomina de la
Embajada.
“Los Yanquis y el régimen
les encomendaron misiones concretas a cambio de las cuales obtuvieron jugosas
primas. Una de ellas fue conseguir
varias colecciones completas del periódico HOY y elaborar listas con el nombre de sus
reporteros, colaboradores y otro tipo de personal, así como de todo
elemento izquierdista que se apareciera
en sus páginas.
“Siempre informe de
estas cuestiones al partido
oportunamente , y vi compensada mi labor en 1959 con el triunfo de la Revolución, a la cual continúe defendiendo desde las filas del Ministerio del Interior, hasta que
en 1967 me jubile por prescripción médica.
Ella había concluido su testimonio pero me quedaba una
interrogante:
-Y a Camilo, ¿Cuando volvió a verlo?
“Luego de salir de Cuba, se las arreglo para burlar la vigilancia de los
cuerpos de espionajes yanquis y
llego a hasta México, allí se unió a
la vanguardia del movimiento
revolucionario cubano y vino en el yate Granma. Escuche mucho su nombre durante
la guerra por radio rebelde y en las primeras horas de enero de 1959, mas no lo
había visto” por eso sentí tanta alegría
cuando en su primer discurso público en La Habana, el Comandante en Jefe Fidel Castro hizo una
pausa, se dirigió a otro comandante carismático de luego y barba y sombrero alón
que se hallaba a su
lado y le pregunto:
“-¿Voy bien Camilo?”
1 comentario:
ESTO ES UN HECHO REAL VIVIDO EL LA CUAL MI PADRE TUVO UNA LIGERA PARTICIPACION..
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